Relación social entre el Hombre, Drones y otras máquinas automatizadas, por Miguel Angel Adofacci

Miguel Angel Adofacci

Introducción

En este escrito se busca generar discusión sobre la interacción entre el hombre y la máquina automatizada, desde dos puntos de vista antagónicos: Por un lado, tenemos a la máquina en un aspecto productivo, laboral, o investigativo, que viene a desplazar al hombre, a superar sus capacidades y que se presenta como un fenómeno que causará la eventual obsolescencia del humano; y por otro, el cómo la proliferación de estas máquinas trae consigo no solo la posibilidad para el hombre de expandir sus capacidades y límites a través de éllas , sino también un cambio de paradigma social – laboral donde el trabajo humano se entiende de una forma totalmente distinta en relación al “trabajo” realizado por máquinas.

Consideramos una máquina automatizada como cualquier aparato tecnológico capaz de funcionar más allá de simple transmisión de fuerzas mecánicas (como un martillo hidráulico), sino en base a un sistema complejo, que le permite “tomar decisiones” a diversos niveles. Al día de hoy tenemos diversos ejemplos de dichas máquinas.

De esta forma, dichas "máquinas automatizadas" varían desde estos ejemplos actuales, a máquinas más modernas que, a futuro tengan grados aún mayores de independencia del usuario llegando incluso al punto de no requerir supervisión humana.

Avance tecnológico y desplazamiento Laboral

Mientras que durante la Revolución industrial, la preocupación radicaba en el efecto deshumanizador del trabajo, en el presente, el más grande miedo es un mundo donde la eliminación del trabajo en si mismo es el origen de la deshumanización [1]

Desde la aparición de los primeros “ordenadores” de uso cada vez más masivo, la duda de si éstos nos reemplazarán algún día, ha acechado a la sociedad. La capacidad de los computadores de realizar cálculos complejos, y almacenar cantidades enormes de información ha simplificado en gran medida la labor humana, al punto de que éstos son utilizados en casi todas las áreas productivas de la sociedad, volviéndose herramientas súmamente versátiles.

La “revolución informática” supuso y sigue suponiendo un cambio social – laboral en la forma en que nos relacionamos con las máquinas. Éstas se han vuelto parte fundamental de la vida cotidiana y debido a esto, es difícil concebir un día a día sin ellas. Es en este escenario donde el humano empieza a ser reemplazado.

A medida que la tecnología avanza, las computadoras son capaces de procesos más complejos, pudiendo controlar mecanismos “inteligentes” que pueden trabajar en una línea de producción con leves márgenes de error, o precindir de un usuario que ingrese datos a un sistema. Es esta cualidad, además de la economía en relación al salario de un operario, que empieza a desplazar de a poco la fuerza laboral humana por la mecánica.

Algunos expertos en economía y en tecnología afirman que el avance tecnológico en las siguientes décadas llegará al punto en que la obsolescencia humana llegará más rápido de lo que estas mismas tecnologías abren camino a nuevas formas de trabajo, por lo que nos encontramos prontos a un punto crítico donde las máquinas no solo harán los trabajos indeseados o rutinarios, sino que serán capaces de realizar la mayor parte de los trabajos.

”Las revoluciones tecnológicas anteriores ocurrieron de forma mucho más lenta, por lo que la gente tenía más tiempo para adaptarse, y [además] se trasladó gente de una clase de trabajo no calificada a otro. Los robots y la inteligencia artificial amenazan con dejar obsoletos ciertos tipos de trabajo calificado (como por ejemplo la asistencia legal). [2]

Este posible escenario traería consigo

La evolución tecnológica genera nuevas formas de trabajo

Si bien estos antecedentes parecen indicar que el reemplazo por la máquina es inminente, los avances tecnológicos tienden a generar áreas de trabajo más que desplazar al hombre.

"Conducido por revoluciones en educación y tecnología, la misma naturaleza del trabajo se verá afectada radicalmente – pero solo en economías que han escogido invertir en educación, tecnología e infraestructura" . [3]

Con estos mismos cambios en la tecnología, y la proliferación de las máquinas autónomas, la sociedad debe adaptarse invirtiendo fuertemente en educación, la única forma de que las nuevas generaciones no queden “obsoletas” ante el avance técnico.

Hoy en día, con tecnologías como los drones, si bien estos han desplazado hasta cierto punto trabajos de entrega y vigilancia, éstos siguen usándose como extensiones del trabajo humano, como herramientas modernas que agilizan o mejoran el desempeño del usuario.

Referencias

[1] Mokyr, J. Vickers, C. Ziebarth, N. (2015) "The History of Technological Anxiety and the Future of Economic Growth: Is This Time Different?" Journal of Economic Perspectives, Volumen 29, Número 3, Páginas 31-50.

[2] Standage , Tom, "AI, Robotics, and the Future of Jobs", Pew Research Center.

[3] Rangaswami, JP. (2015), "AI, Robotics, and the Future of Jobs", Pew Research Center.

Graetz, G. Michaels G (2015) "Robots at Work, Centre for Economic Performance"

Grasso, A. (2015) "Will machines replace us or work with us?", Revista Wired.

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