El Papel de la Máquina y de la Mano en el Proceso Creativo, por Trinidad Valenzuela

Trinidad Valenzuela Rojas

Introducción

La belleza de la máquina parte con el qué significa catalogar algo de bello o algo de feo, es totalmente subjetivo y requiere de una apreciación previa del observador.

Lo que hace que hace que un dibujo o diseño sea bello comienza por entender todos los procesos mentales y físicos que forman parte de la creación misma de ese dibujo o diseño. Formar parte de esos procesos es fundamental para creer que el hombre se desvincula de sus inventos por la manera de pensar, de hacer y de construir nuevos modos de ver.

Es importante hablar entonces, de cómo la creatividad es un proceso mental que engloba la capacidad del ser humano de generar nuevas ideas y de relacionar conceptos en el proceso anterior a la materialización de una idea. El proceso creativo, busca encontrar una forma (de solucionar un problema) a través de las manos, partes de las extremidades superiores del cuerpo humano, que son un reflejo de una herramienta corporal que con el tiempo ha ido afinando su motricidad y siendo mucho más específica en el desarrollo de tareas complejas. Estas manos se mueven y algo de ese movimiento no es intencional, aparece un pulso sobre lo que hacemos, que es propio de la mano, puede ser un pequeño temblor, un impulso de rabia o simplemente el frío sobre la piel descubierta. Por ejemplo, cuando somos diestros y dibujamos con la mano izquierda, le decimos al cerebro que dibuje un círculo y nos mentalizamos para eso, pero sin querer lo hacemos pensando con la otra mano y ahí la mano izquierda encuentra su propia autoridad y su propia técnica, y dependiendo de la práctica, el círculo resulta como un óvalo u otra forma y lo que pensamos no se parece a lo que vemos. Es entonces cuando tratamos de separar un poco la intención de la mano de la intención del cerebro (o la nuestra, simplemente).

Lo mismo sucede en los procesos mecánicos y técnicos de una imprenta, por ejemplo. El previo desconocimiento de esos procesos nos desvincula de lo que queremos ver/hacer. Encontramos belleza, entonces, no en las tareas específicas que realiza una máquina o en sus partes, sino que en la creatividad que se le puede añadir a un proceso meramente mecánico, apropiandonos de la técnica y del paso a paso, encariñándonos con la calidad y la fineza de un “hecho a mano” y del paso previo que nos lleva a la materialización de una idea.

La creatividad, lo que nos separa de los artificios que inventamos

La capacidad de imaginar, de liberarse de los límites de la materia, del lugar y del tiempo debe considerarse como el más humano de todos nuestros atributos. La capacidad creativa, así como el juicio crítico, exigen imaginación. Sin embargo, es obvio que la imaginación no se esconde solo en nuestros cerebros, puesto que toda nuestra constitución corporal tiene sus fantasías, sus deseos y sus sueños. (Pallasmaa, 2012, p.)

La creatividad es una habilidad típica de la cognición humana, la cual nos faculta de una capacidad para procesar información a partir de la percepción, la experiencia, la resolución de problemas y la toma de decisiones. El proceso creativo, entendido como la capacidad de modificar la realidad aportando las soluciones óptimas a los problemas concretos. La creatividad es entonces progreso, por ende, evolución, evolución asociada a cómo el hombre se ha ido adaptando y ha ido inventándose una forma de vivir a partir de la experiencia y las necesidades. Tiene que ver con la sociedad en que está inscrito, podríamos decir que el hombre se ha ido alejando de su capacidad de crear a medida que la civilización y los inventos son cada vez más frecuentes y cotidianos. Apartando al ser humano de sus verdaderas necesidades y cegandolo un poco respecto a su verdadero propósito dentro del proceso creativo.

Todo empieza y, casi siempre, termina en nuestras manos, somos la razón por la que todos estos inventos se llevan a cabo y cada objeto nuevo, cada dibujo, cada boceto, nos vincula con la respuesta a una nueva necesidad, ya sea algo tan abstracto como mostrar una relación entre dos conceptos o mostrar una realidad social o cómo funciona algo. Desde la mano y su evidente capacidad motriz, nos situamos particularmente en el dibujo y la escritura como una corriente de expresión que nos sirve para hacer visible nuestros pensamientos y nuestras ideas más profundas. Se define entonces el primer antecedente que unifica al hombre y lo diferencia de los demás seres vivos y de todas las máquinas que inventa, por la capacidad de razonar y también de controlar toda su corporeidad para llevar ese acto de expresión y resolución hasta su culminante.

La liberación de las manos, la capacidad del hombre de expresarse y ser creativo a través de las herramientas corporales y las extensiones del cuerpo

Sin más, nos podemos dar cuenta de una conexión entre lo que pensamos y lo que hacemos y cómo llevamos este pensamiento a la realidad a través de nuestras manos, que no son únicamente un ejecutor fiel y pasivo de las intenciones del cerebro, sino que más bien tienen su propia intencionalidad, su conocimiento y sus propias habilidades.

Descripción poética de los actos corporales, interiorizaciones y proyecciones en el proceso de dibujo de Vincent van Gogh:

“Los gestos parten de la mano, de la muñeca, del brazo, del hombro, posiblemente también de los músculos del cuello; los trazos que hace en el papel, sin embargo, siguen unas corrientes de energía que no son físicamente suyas y que solo se hacen visibles cuando las dibuja. ¿Corrientes de energía? La energía de un árbol que crece, de una planta que busca luz, de una rama que ha de acomodarse con sus vecinas, de las raíces de los cardos y de los arbustos, del peso de las rocas incrustadas en la ladera, de la puesta de sol, de la atracción por la sombra de todo lo que está vivo y padece de calor, del mistral que sopla del norte y hamoldeado los estratos de roca”. (Berger, 2011, p.)

Dos argumentos básicos acerca de la interacción entre las acciones físicas de la mano y la imaginación:

“En primer lugar, que todas la habilidades, incluso las más abstractas, empiezan como prácticas corporales; en segundo lugar, que la comprensión técnica se desarrolló a través del poder de la imaginación. El primer argumento se centra en el conocimiento que se obtiene en la mano a través del tacto y el movimiento. El argumento acerca de la imaginación comienza con la exploración del lenguaje que intenta dirigir y orientar la habilidad corporal”. (Sennet, 2009, p.)

Una mano es un órgano humano que se extiende desde la muñeca hasta las yemas de los dedos. Sin embargo forma parte integral de todo el brazo y este, se coordina dinámicamente con los músculos del cuello, espalda e incluso de las piernas, con todo el cuerpo en sí. Cumple un papel fundamental en la evolución de la inteligencia, el lenguaje y el pensamiento.

Qué significa que la creatividad sea progeso; que involucra la evolución del hombre. Esa evolución genera un cambio físico que permite abrir un nuevo campo imaginativo a través de nuevas destrezas y nuevas formas de hacer las cosas (o tal vez a la inversa). A propósito de esto, la evolución del cuerpo humano es un antecedente importante también en la conformación de la creatividad y es parte importante de la relación entre el cuerpo y la mente. Es decir, que, sin las necesidades de resolver problemas cotidianos el hombre no se hubiese erguido para contemplar nuevas acciones tanto corporales como mentales y sin el “erguir” no se hubiesen liberado las extremidades superiores, por tanto el poder creativo surge a partir de una necesidad fisiológica propia y única del hombre.

Las relaciones entre pensamiento y cuerpo son tan estrechas, que aquello que sucede en el pensar es a menudo descrito con el lenguaje de las manos. Según parece, el espíritu está más asentado en la mano que en la trascendencia. Debido a que la mano puede asir (greifen), el pensar puede también entender (begreifen). Debido a que la mano puede agarrar (fasen), podemos también aprehender (erfassen) algo en nuestra cabeza. Debido a que la mano puede colocar (einstellen) algo frente a nosotros, podemos también presentar (darstellen) algo con el pensar. Debido a que la mano puede poner (legen), también exponemos algo en el pensar. Y no sólo exponemos (darlegen), también reflexionamos (überlegen), disponemos (legen) una cosa encima de otra y sobreponemos. No sólo constatamos (feststellen), también erigimos (aufstellen), una nueva tesis, por ejemplo.. No sólo entendemos, no sólo aprehendemos (erfassen), sino que también nos ocupamos (befassen) de algo, le damos vueltas y llegamos finalmente a una opinión (Auffassung). Haber comprendido algo (begriffe) no está meramente en una relación de analogía visual con el asir (greifen) real. La cultura del pensar presupone una cultura de la mano como órgano sutil y sensible. Si la mano puede desplegarse, no solamente cuando trabaja si no también cuando juega, cuando percibe, el espíritu puede desplegarse más libremente. La plástica de la mano es la plástica del pensar. El concepto es lo comprendido. (Aicher, 2010, p.27)

Esto relaciona el acto físico, la capacidad física de las manos con un concepto abstracto de pensamiento que evidencia el procedimiento entre lo que hace la mano y lo que eso conlleva mentalmente. Y tiene que ver con la comprensión a través de procesos mentales abordados desde el cuerpo, desde las proporciones y desde nuestro alcance como herramienta en el proceso mental de encontrar una solución a un problema o simplemente el de expresión propia. Podemos separar lo que hace una mano sola y lo que hace una mano con una herramienta. La mano por sí sola indica. Cuando hablamos, las manos tratan de señalar hacia donde van las palabras, en cambio cuando dibujamos, necesitamos un lápiz para plasmar el acto físico del pensamiento dibujado. Entonces la mano por sí sola sirve de apoyo tanto físico como expresivo del cuerpo, dejando un rastro espontáneo de las palabras y su fuerza. En cuanto a la mano y la herramienta, Michel Serres describe la unión perfecta entre el objeto animado y el no animado: “La mano ya no es una mano cuando agarra el martillo, es el martillo mismo, que ya no es un martillo, sino que vuela transparente entre el martillo y el clavo, desaparece y se disuelve; mi propia mano se ha dado a la fuga cuando escribo. La mano y el pensamiento, como la lengua, desaparecen en sus determinaciones”. Sucede lo mismo con las herramientas simples que utiliza el hombre, en el caso del dibujo y la pintura, los lápices y pinceles se convierten en extensiones inseparables de la mano y de la mente, por medio de la intención inconsciente más que con el objeto físico mismo.

Existe una complejidad mano-herramienta, algunas máquinas se fusionan con el cuerpo y desaparecen en el acto de expresión, el límite entre la herramienta y la mano se desvanece para dar cabida a la creación. Las herramientas no son inocentes; expanden nuestras facultades y guían nuestras acciones y pensamientos de maneras específicas. Esa expansión de facultad nos permite ir más allá, insinuando una conexión espiritual con nuestro quehacer como artistas, diseñadores, creadores. Esa conexión está dada por impulsos naturales que vienen de nuestra fisiología humana (que divide al organismo en sistemas que funcionan interconectada e integralmente).

De la Idea a lo Material

“El dibujo no es la forma, es la manera de ver la forma” (Degas)

“La Línea dibuja, con el dibujo construimos la imagen, damos forma a la materia” (Chuhurra, 1971)

En manos del arquitecto, el lápiz constituye un puente entre la mente que imagina y la imagen que aparece en la hoja de papel; en el éxtasis del trabajo, el dibujante olvida tanto su mano como el lápiz y la imagen emerge como si fuera una proyección automática de la mente que imagina; o quizá sea la mano la que verdaderamente imagina en tanto que existe en la vida del mundo, la realidad del espacio, materia y tiempo, la condición física misma del objeto imaginado. (Pallasmaa, 2012, p.)

Podríamos decir que la línea es una invención del hombre y que viene también de el movimiento de sus brazos y manos. Una imagen cargada de emoción, el sentimiento toma la forma de una línea diferente en cada caso. Esas líneas entrenadas por la mente, remarcan la carga emocional e intelectual que la precisión de la expresión implica. Cuando dibujamos a mano con un lápiz, tanto la herramienta como la unidad (la línea) desaparecen para hacer aparecer algo más grande, algo más complejo, que se ve y tiene un significado conectando todas sus partes y sus unidades. Si hablamos de un dibujo a mano y otro hecho en el computador, tendríamos que agregar una capa al proceso, una distracción más bien, y sería la falsa precisión. Falsa porque carece de emoción alguna, y precisión porque dice ser “perfecta”, pero ¿para quién?. Es así como el acto de construir responde a un ordenamiento mental plagado de dudas, de incertidumbres que van directamente al papel y eso se ve en la proximidad de la mente con el soporte (ya no solo de la mano con la herramienta). Por otro lado, el computador, pierde todo eso. Lo expresivo y emocional, a pesar de que la línea hecha en ordenador pueda simular una línea dibujada a mano, “su esencia es la factibilidad carente de emociones del espacio matemático”.(Pallasmaa, 2012, p..)

Automatización y Simulación de la Creatividad

  • simular Del lat. simulāre. 1. tr. Representar algo, fingiendo o imitando lo que no es.*

  • automatizar 1. tr. Convertir ciertos movimientos en movimientos automáticos o indeliberados. 2. tr. Aplicar la automática a un proceso o a un dispositivo*

Refiriéndonos al dibujo como un procedimiento previo a la materialización de una idea y algo que proviene casi directamente de nuestro cerebro que imagina y que la mano concreta, hablamos de automatización y de simulación a partir de la facilitación de las tareas en el ámbito mecánico, pero, ¿qué pasa con el dibujo mismo, el proceso mental y creativo se puede transformar en un movimiento automático que ya no responde a una emoción natural sino que a una premeditada?.

La automatización de las tareas es una realidad, el trabajo manual se ve desplazado por uno mecánico, lo cual es bueno, porque podemos crear productos perfectos a los ojos de las máquinas, que duran lo “suficiente” como para luego comprar otros más nuevos y más tecnológicos, es un avance que no se detiene, por ende, siempre estamos innovando e innovandonos a nosotros mismos. Eso nos mantiene alerta y en constante movimiento. Se trata del movimiento, de cómo es el movimiento, de qué es lo que hace que se mueva y de qué provoca cuando se mueve.

Si es un movimiento impulsado por una carga eléctrica podríamos decir que el movimiento no es verdadero, porque no lo impulsa algo natural, algo vivo. Si el movimiento es la consecuencia de una emoción y ésta es plasmada como una línea tan cargada que rompe el papel, podríamos decir que el movimiento es orgánico, porque toda su extensión es fruto de un impulso eléctrico encendido por algo abstracto y potente como lo es una emoción humana. Los movimientos automáticos existen tanto en la naturaleza como en las máquinas, la única diferencia es que en la naturaleza esos movimientos “automáticos” son respuesta a estímulos que afectan a los sentidos del cuerpo y generan una respuesta instantánea. En cambio, en las máquinas, esos movimientos se han estudiado y se han programado para ser así, entonces la máquina se enfrenta a algo con una idea preconcebida de lo que ya tiene que hacer, descartando la posibilidad de que la máquina recurra a su experiencia para saber qué hacer.

Conclusión

La creatividad desde el cerebro hacia las manos y de éstas hacia el dibujo, genera pequeños procesos, únicos e inestables, condicionados por la humanidad misma, lo que nos hace encontrar belleza en lo intrínseco de las manos como un agente conductor de ideas. Por otra parte, el problema de la automatización y la simulación de cualidades humanas en las máquinas es una parte del porqué hacemos lo que hacemos, pero también es importante señalar que la educación que recibimos es por un mundo industrializado, que piensa en ganarse la vida y vez de vivirla. Los avances tecnológicos generan cambios en nuestra vida cotidiana pero la educación sigue siendo la misma. Entonces el problema no es por si la automatización y la simulación de la creatividad nos están quitando algo, sino que estas nuevas destrezas mecánicas nos están sugiriendo un cambio de prioridades, será que el trabajo ya no es lo mismo y no necesitaremos trabajar para poder vivir sino trabajar para nosotros mismos.

Instaurando las manos y sus movimientos como un patrimonio de lo que nos hace ser humanos, ser inteligentes, ser dedicados, ser capaces de razonar y de no, de tomar decisiones basadas en la experiencia, de inventar maneras de ver el mundo a través de nuestros sentidos; nuestros aliados en la configuración del nuevo mundo.

Referencias

  • Aicher, O., & Vossenkuhl, W. (2001). Analógico y digital.

  • Chuhurra, O. L., & Aznar, J. C. (1971). Estética de los elementos plásticos. Labor. ISO 690

  • Gadamer, H. G., & Argullol, R. (1998). La actualidad de lo bello. Barcelona: Paidós.

  • Guilera, L. (2011). Anatomía de la creatividad. Sabadell. FUNDIT.(disponible pdf en www. esdi. es/public/docs//zjqbvkem. pdf).

  • Langer, S. K. K., & Langer, S. K. (1966). Los problemas del arte: diez conferencias filosóficas (No. 7.01). Infinito,.

  • Pallasmaa, J., & Puente, M. (2012). La mano que piensa: Sabiduría existencial y corporal en la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili.

  • Sennett, R. (2009). El artesano. Barcelona: Anagrama.

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